Osvaldo Antonio Sotelo
– Coatzacoalcos, Ver.- La música de Erik Enríquez, quien era conocido en el ambiente nocturno como DJ ‘Bengala’ se apagó la noche del pasado 27 de agosto en el ataque al «Caballo Blanco».
Este joven, no solo se encargaba de poner las canciones durante los bailes exóticos, sino también llamaba a la pista a las chicas que laboraban en el table dance.
Aquel martes, salió de su casa en la colonia Peloteros confiado en que se llevaría unos cuantos pesos a su bolsillo.
Erick, no quería que hiciera falta nada a su familia, entre ellos, sus tres pequeños hijos, de 10, 5 y 4 años.
«Es una tragedia lo que hicieron a nuestra familia, es terrible», cuenta Lizet Vanesa Galindo Blas, esposa del DJ, quien recientemente había cumplido 29 años.
Respira profundo y contiene el llanto, para contar que su esposo siempre le decía que no vivirá con miedo, porque ellos no se dedicaban a nada malo.
«No puedo pedir justicia, porque la justicia no me va devolver a mi esposo, la justicia la pondrá Dios cuando él decida», dice la desconsolada mujer.
Erick, era sonriente, le gusta cotorrear, y también era un adicto a las gorras, así lo describe su madre, Silvia Enríquez Osorio.
En casa a todos sus familiares les ponía sobrenombres, era un chico carismático, y buen dibujante.
Le gustaban mucho los tigres de Bengala, por ello se tatuó este animal, y de ahí viene su sobrenombre.
Mientras que los hijos del DJ, siguen preguntando en casa, a qué horas regresará su padre del trabajo, porque no comprenden la tragedia.
Fuente: Coatza Digital