Agencias
– Tras la tregua que dieron el domingo y el lunes, los temporales volvieron con mayor intensidad en la noche del martes y convirtieron varias calles de Belo Horizonte, la capital de Minas Gerais, prácticamente en riachuelos que arrastraron vehículos y todo lo que encontraron a su paso, y que inundaron decenas de viviendas y locales comerciales.
Las áreas más afectadas fueron el centro, en donde el agua inundó hasta la sede del tribunal regional, y el sur de esta ciudad que es la sexta mayor de Brasil y la tercera teniendo en cuenta su área metropolitana.
Los videos de calles y avenidas de Belo Horizonte convertidas en ríos se multiplicaron en las redes sociales, así como uno en el que el entretecho de un importante centro comercial se desploma en medio de los clientes.
De acuerdo con el boletín divulgado este miércoles por la Defensa Civil de Minas Gerais, el número de muertos por las lluvias desde el jueves pasado subió a 53, incluyendo un hombre sepultado por un deslizamiento en la noche del martes.
A la lista se suman un total de dos desaparecidos, incluyendo una mujer cuyo vehículo fue engullido por un cráter que se abrió en medio de una carretera regional.
Belo Horizonte registró el pasado jueves el día más lluvioso en su historia, o por lo menos en los 110 años en que el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) hace mediciones, pero la lluvia de la noche del martes fue mucho más intensa en pocos minutos.
A falta de dos días para terminar, este mes ya se convirtió en el enero más lluvioso en 110 años en Belo Horizonte, con un acumulado de 932,3 milímetros de precipitaciones, por encima del récord de 850,3 milímetros acumulados en enero de 1985. Ese número puede crecer aún mas debido a que el Inmet prevé nuevos aguaceros en los próximos días.
Pese a que la precipitación acumulada en Belo Horizonte entre las 19.00 y las 22.10 horas del martes llegó a 117,4 milímetros, el récord diario de lluvias lo mantuvo el jueves pasado, con 171,8 milímetros en 24 horas.
La situación provocada por los temporales obligó al Gobierno regional de Minas Gerais a declarar la situación de emergencia en 101 municipios afectados por las lluvias, en tanto que tres ciudades (Catas Altas, Ibirité y Orizania) se declararon en estado de calamidad pública.
En el vecino estado de Espíritu Santo, castigado por las lluvias hace una semana y en el que varios municipios igualmente fueron declarados en estado de emergencia, se registraron nueve muertes en los últimos once días.
La Defensa Civil de Espíritu Santo señaló que unas 9.000 personas perdieron su residencia o fueron desalojadas de sus casas en las ciudades de Iconha, Río Novo do Sul, Vargem Alta y Alfredo Chaves, la más afectada por las tormentas que se intensifican en el verano como resultado de días de extremo calor.
Fuente: Coatza Digital