Anahí Ruiz
– En el Estado de Veracruz, según datos del Anuario estadístico del Sistema Educativo Veracruzano poco más de 264 mil niños y niñas se encuentran cursando la educación inicial y preescolar.
Coral es una de los casi 18 mil docentes de educación inicial y preescolar en el estado de Veracruz -en su mayoría mujeres, en muchos casos jefas de familia o soportes importantes en la economía y formación familiar- cuyos retos diarios se han multiplicado de manera inimaginable a partir de la aplicación de las medidas de distanciamiento social para evitar contagios por Covid.
Muchas han sido las quejas de padres de familia por las medidas que, ante la necesidad de no perder el ciclo escolar, se comenzaron a aplicar desde dos semanas antes del inicio de las vacaciones de Semana Santa y que se han reforzado desde este lunes 20 de abril al extenderse la medida de distanciamiento social que requiere no asistir a las escuelas.
Madre de dos hijos, educadora por las mañanas y secretaria por las tardes, Coral -como muchas educadoras en estos días- suma una preocupación más a su lista, ya que hoy por hoy el cumplimiento de sus objetivos escolares no está en sus manos: “te preocupa porque no sabes si los papás les están transmitiendo los contenidos a los niños como debieran o como a ti te gustaría que lo hicieran«.
Acostumbrada al cariños de “sus niños» como llama cariñosamente a sus alumnos, asegura que lejos de lo que muchos piensan o expresan en redes sociales, los maestros no están de vacaciones. Al contrario, las actividades y técnicas planeadas desde el inicio del curso tuvieron que ser suplidas por el uso de herramientas tecnológicas cuya aplicación depende cien por ciento del tiempo y la voluntad de los padres de familia, horas de planeación y trabajo previo al arranque del ciclo fueron arrasadas también por esta pandemia que ahora más que nunca necesita a padres y madres involucrados en la educación de sus hijos “esto es un tríada, somos maestras, padres y niños, incluso en clases normales es así si queremos que los niños aprendan, pero ahora son los papás quienes tienen en sus manos dar los contenidos a los niños” asegura.
Montó un set improvisado en una habitación de su hogar, además de instalar un letrero de “bienvenidos» decoró con el material a su alcance y comenzó a grabar sus clases, videos cortos que hace llegar a los padres de familia de su grupo, los 15 reciben los vídeos e instrucciones de las actividades y aunque la mayoría colabora incluso como una manera de divertirse con sus hijos, algunos solo la dejan en visto.
Lejos de descansar en lo que muchos llaman “vacaciones alargadas», las educadoras suman a las labores que realizan en sus hogares (e incluso a sus segundos trabajos) el diseño de nuevas estrategias educativas a distancia, situación para la que nadie estaba listo:
“Muchísimas docentes no estamos aptas para estas situaciones, yo estaba nerviosa la verdad, pero utilizamos vídeos que enviamos por Whatsapp, algo que hasta cierto punto para mi ya era cotidiano» señala la educadora al confesar que para algunas de sus compañeras mayores ha sido todo un reto esta situación por lo que está convencida de la necesidad de una renovación del Sistema Educativo que contemple contingencias como la que hoy se vive y que no tiene garantía de ser irrepetible.
Ya de madrugada y tras haber grabado sus clases del día siguiente Coral cierra esta entrevista con un mensaje para sus alumnos y alumnas: “Hoy les diría que los he extrañado antes que todo (…) A veces no sabes cuando estás en clase y de pronto pasa una situación como esta y las vacaciones se alargan y se alargan y empiezas a sentir nostalgia de que no ves a tus alumnos y no sabes si los papás logran transmitirles lo que estás enviando (…) Les diría que disfrutemos cada día de clases, porque esto nos demuestra que no sabemos cuándo podemos distanciarnos de tal forma que nos extrañamos, que no nos vemos, no jugamos, no cantamos”.
Fuente: Coatza Digital