Minelli Atayde
– Guillermo Ochoa se hincó, empuñó las manos y festejó el bronce que obtuvo la selección mexicana, tras ganarle a Japón 3-1. Mientras tanto, Jesús Ángulo y Luis Romo trataron de levantar a Takefusa Kubo, quien tras el silbatazo del árbitro se tiró en el césped ,al igual que varios de sus compañeros.
Los jugadores del Tricolor festejaban, sí, pero ante todo, entendían el espíritu de competencia y de compañerismo. Incluso Ochoa se acercó al portero Kosei Tani para darle unas palmadas en la espalda y tratar de reconfortar.
La selección mexicana de futbol ha marcado otro triunfo más a su historia. Después de la medalla de oro conseguida en los juegos Olímpicos de Londres, tuvo su segunda medalla olímpica, ahora, una de bronce.
Apenas al minuto 13, el árbitro marcó una falta sobre Alexis Vega en el área, la cual cobra de buena manera Sebastián Córdova para decretar el 1-0 desde los once pasos.
México no le prestaba el esférico a Japón, sabían que si lo hacían, podían complicarse el encuentro, porque eso les sucedió en los primeros once minutos del encuentro de la fase de grupos, y al final, perdieron el 2-1.
Y en el 22’, en una jugada a balón parado, Johan Vázquez remató con la cabeza y envió el balón al fondo de la red para aumenta la ventaja.
De las pocas oportunidades que tuvo el cuadro asiático, fue una llegada de Daichi Hayashi , en donde César Montes no logró presionar en la marca, pero Johan Vázquez lo hizo de manera correcta, por lo que el tiro final salió debilitado y sin problemas para Ochoa.
Japón arrancó el segundo tiempo con ganas de emparejar el marcador. Se fue al frente, generó algunas opciones que desencadenaron en tiros de Hayashi y Kubo, pero sin la fortuna que esperaba el conjunto asiático.
Al 58’, tras un cobro de tiro de esquina, Alexis Vega remató con la cabeza, dejó sin opción a la defensa rival, y metió el balón al fondo de la red.
Con ese gol, México se motivó, buscó espacios por las bandas, por el centro, y los encontró. Uno de ellos, terminó en un buen remate de Henry Martin, pero el balón se fue desviado de la portería que defendía Kosei Tani.
En una jugada, Japón sorprendió a los mexicanos, Ayase Ueda quedó solo de frente a Guillermo Ochoa, pero el arquero del Tricolor contuvo un disparo raso y evitó la caída de su marco.
El cuadro local insistió, pisó terreno enemigo, y en una de esas, Ritsu Doan le pegó de larga distancia. Su tiro no llegó al lugar deseado, y el 3-0 a favor de México prevalecía. Y como ese disparo le siguieron otros, uno de Kaori Mitoma que Ochoa mandó a tiro de esquina.
Una jugada después, el mismo Kaori se le fue a César Montes y Jorge Sánchez no logró quitarle el balón.
Está vez, el japonés sí venció a Memo. Los cambios comenzaron, además de la lesión de Diego Lainez que obligó a la entrada de Uriel Antuna, ingresaron después, Roberto Alvarado, Joaquín Esquivel y Eduardo Aguirre. Japón tocó la puerta de México hasta el final, pero el tiempo se terminó y el Tricolor se quedó con la medalla de bronce.
Fuente: Milenio