París, Francia – Las peculiares camas, diseñadas para mejorar el descanso de los atletas, vuelven a la Villa Olímpica con su estructura de cartón y almohadones personalizables.
En un intento por ofrecer una solución innovadora para el descanso de los atletas olímpicos, las camas «anti-sexo» han vuelto a generar atención en los Juegos Olímpicos de París 2024. Estas camas, que se introdujeron por primera vez en los Juegos de Tokio 2020, están diseñadas con un enfoque en la sostenibilidad y el confort personalizado de los deportistas.
La peculiaridad de estas camas no radica solo en su construcción de cartón, sino también en los almohadones que componen el colchón. Dividido en tres piezas intercambiables, cada una con diferentes niveles de firmeza, los atletas pueden personalizar su descanso según sus necesidades individuales.
Una aplicación especial basada en el peso y la altura del deportista recomienda la combinación óptima de los tres cojines, lo que permite un descanso adaptado a las preferencias ergonómicas de cada persona.
A pesar de su propósito de mejorar el descanso de los atletas, estas camas no han estado exentas de controversia. Conocidas como «anti-sexo» debido a la creencia de que su construcción de cartón previene los encuentros íntimos entre los atletas, estas camas han sido objeto de debates en redes sociales y han generado opiniones encontradas.
🛏️😲 LAS CAMAS DE CARTÓN VUELVEN A LOS JUEGOS OLÍMPICOS
Al igual que en la edición de Tokio 2020, para París 2024 se utilizarán las denominadas camas "anti sexo", la cual busca priorizar el descanso de los atletas y reducir los encuentros íntimos.
📷 Piu Esportes pic.twitter.com/UVzjVXzV6J
— TNT Sports Argentina (@TNTSportsAR) May 7, 2024
Sin embargo, vale la pena destacar que su implementación inicial durante los Juegos de Tokio respondió en parte a preocupaciones sanitarias debido a la pandemia de COVID-19.
La resistencia de estas camas también ha sido objeto de pruebas rigurosas. Durante los Juegos de Tokio, se llevaron a cabo pruebas de resistencia, incluyendo lanzamientos de peso sobre las camas, para garantizar su solidez y estabilidad.
A pesar de las críticas iniciales, algunos atletas han aprovechado la oportunidad para compartir en redes sociales videos probando las camas y poniendo a prueba su durabilidad, lo que ha contribuido a aumentar su notoriedad en la comunidad olímpica y más allá.
En definitiva, el regreso de las camas «anti-sexo» a la Villa Olímpica de París 2024 plantea una interesante dinámica entre innovación, sostenibilidad y controversia. A medida que los atletas experimentan su comodidad y resistencia durante los Juegos, será interesante observar cómo estas camas impactan en su rendimiento y bienestar general.
Fuente: Periódico Correo