Alan Garrido
– Coatzacoalcos, Ver. – Desechos que se han mal destinado durante décadas y la actividad industrial y comercial de la zona sur de Veracruz, han convertido las playas de Coatzacoalcos, Pajapan y todo el litoral veracruzano en auténticos basureros, poniendo en riesgo el ecosistema marino y todo lo que depende de ello.
La aparición de especies marinas muertas como tortugas, delfines y peces muertos, en la gran mayoría ha sido consecuencia de la actividad humana y la disposición final de su basura, que durante años a menos en México no ha sido regulada, en donde la consciencia ambiental y su aplicación se encuentran aún en pañales
Homero Bennet, integrante del Comité de Vigilancia Ambiental Participativa, remarcó que se debe trabajar en la consciencia ambiental y participar, pues como sucedió en Coatzacoalcos, donde la administración pasada implementó la separación de basura, habiendo días específicos para desechos orgánicos y desechos inorgánicos, sin embargo, la ciudadanía no lo llevaba a cabo.
El oceanógrafo remarcó que las multas a la ciudadanía por contaminar podría ser una opción para que entiendan la urgencia de tomar medidas al respecto, y aunque no lo entiendan, acaten estas instrucciones, pues con exhortos y llamados de atención no se ha podido lograr un efecto en los cambios de hábitos ambientales.
“La gente tiene que entender, todo da vueltas, todo está dentro de este planeta, lo que siempre nos han dicho los abuelos, lo que tiras al mar, el mar te lo regresa”, remarcó.
El río Coatzacoalcos es uno de los afluentes más grandes e importantes de México, donde se asentaron varias ciudades a lo largo de su caudal y cada una de ellas, con drenajes, vertederos directos o basureros en mantos freáticos, aporta lo suyo en esta línea de contaminación.
De seguir en el camino que se lleva, la mortandad de peces y animales acuáticos se volverá parte de la normalidad.
Fuente: Coatza Digital
