Yamiri Rodríguez Madrid

– De todos es sabido la cantidad de incendios forestales y de pastizales que este año, particularmente, se han registrado en el país y, con mayor incidencia en nuestro estado de Veracruz. Hace unos meses, cuando se perdieron varias hectáreas de la reserva ecológica de San Juan del Monte, los combatientes de incendios de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), una vez más demostraron su valentía y compromiso. Así lo han hecho durante años.

Su profesionalismo y experiencia ha hecho que gobiernos de otros estados y países, como Canadá, soliciten su colaboración y ahí han estado, arriesgando incluso su vida.

Pero la Conafor es también la dependencia encargada de la importante labor de reforestar al estado y al país, sobre todo cuando todas nuestras ciudades se están convirtiendo en planchas de cemento.

Por eso el que se haya despedido al 70 por ciento del personal de confianza de la Conafor es absurdo. A decir de los inconformes, esto pone a la dependencia en un nivel de operación casi simbólico ya que en algunas gerencias como Tlaxcala y Campeche se han quedado solo tres personas a cargo de las oficinas estatales.

Y ponen sobre la mesa dos temas prioritarios: un llamado a la Presidencia, a la Secretaría de Hacienda y a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), a reconsiderar para el caso de CONAFOR y otras dependencias del Sector Ambiental la disposición sobre el personal eventual o bien encontrar alternativas para no dejar inoperante a esas instituciones, ya que se corre el riesgo de desestimular el manejo forestal sustentable y alentar fenómenos ya de por si preocupantes como la inundación del mercado nacional de madera ilegal o la sustitución del bosque para emprender otro tipo de actividades: agrícolas, pecuarias, turismo o extractivas.

Y, segundo, que Sembrando Vida es un programa que apoya un cierto tipo de plantaciones, las agroforestales y por muchos recursos que se le destinen, no sustituye a una política forestal que contemple de manera equilibrada las tres vertientes principales: manejo de bosque natural, conservación y plantaciones forestales.

De no dar un viraje pronto, en muy corto tiempo nos estaremos lamentando el recorte de recursos en un área prioritaria como lo es la Conafor.

Fuente: Coatza Digital 

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