Veracruz.- Este fin de semana desde Coatzacoalcos volvió a mandarse a los cuatro vientos un mensaje muy claro y muy alentador de lo que viene para el futuro político inmediato de Veracruz, a sólo 300 días de la elección del 2024.
No se trata de una noticia nueva. Yo lo vengo diciendo desde hace un buen tiempo. Y como ni la legislación electoral ni las reglas internas de Morena me impiden decirlo -además de que no me canso de hacerlo-, lo voy a volver a decir: la señal indudable es Rocío Nahle García.
También lo he dicho antes: los que estamos en política somos humanos y tenemos aspiraciones legítimas y muy naturales de crecimiento hacia nuevas responsabilidades, una vez cumplidas las que ya tenemos. No hay nadie en política que no quiera que su carrera avance hacia encargos de mayor relevancia.
Pero en la vida –también lo he dicho antes- debemos tener los pies bien puestos en la tierra y reconocer a quienes nos llevan ventaja, a quienes están en una posición mucho mejor que la nuestra y cuya carrera los pone en la delantera con toda justicia.
El proceso para elegir a quien encabece el proyecto de la 4T en México concluirá a más tardar el 4 de septiembre.
Y estoy seguro que, casi de inmediato, en Veracruz nos concentraremos en el proceso local, del que Rocío Nahle es la única e indiscutible líder.
Dice la sabiduría del pueblo que no hay peor ciego que el que no quiere ver. La negación de la realidad, que está a la vista, es un recurso de la mente de quienes encuentran a esa realidad insoportablemente adversa. Pero el destino siempre alcanza a quienes deciden vivir así, soñando con un mundo alterno. Y cuando su fantasía se evapora, el despertar del ensueño siempre es amargo.
Ese tipo de ceguera, voluntariamente construida, padecen quienes no están percibiendo las señales claras y reiteradas de que en Veracruz es tiempo de las mujeres.
Yo, por lo pronto, feliz por lo que le depara el porvenir a Veracruz, bien despierto y con los ojos bien abiertos, me sigo preparando para mi Maratón de la Ciudad de México que es el 27 de agosto. Lo único malo es que traigo una lesión en la espalda y eso pone en riesgo mi participación. Por lo pronto y para dejar testimonio de mi alegría, el domingo me eché mi palomazo de rock en Atoyac, con Luis Álvarez, «El Haragán» y Compañía, a quien agradezco su hospitalidad en el escenario.
Pd.- Ayer lunes no me dio tiempo de escribir. Fui a Zongolica con las diputadas Margarita Corro, Magaly Armenta, Itzel López, Lidia Irma Mezhua, Luis Arturo Santiago, Paul Martínez y Luis Arturo Santiago y con mi abuelito Domingo Bahena, a poner nuestro granito de arena en apoyo a las personas que resultaron afectadas por la inundación. El Gobierno del Estado está haciendo un gran trabajo ayudándolos, pero toda la ayuda les viene bien, porque se inundaron casi dos mil casas. Los centros de acopio siguen abiertos, ojalá se animen a llevar su donación.