Barcelona, España.

Kylian Mbappé afronta una final este martes en Montjuic. Primero, porque caer eliminado de la Champions League supondría prácticamente el fin de la temporada de Paris Saint Germain y, segundo, porque podría ser su último encuentro en la máxima competición continental con la camiseta que ha vestido las últimas siete temporadas. En caso de confirmarse la eliminación en manos del Barcelona, el capitán de la selección francesa tendría un adiós triste de París.

La Champions sigue siendo el único torneo de clubes que se le resiste en la capital francesa al crack de Bondy, de 25 años, por lo que las opciones de que el PSG remonte pasan por sus botas, no por las de ningún otro jugador. En la ida, Mbappé fue uno de los señalados de la derrota de los de Luis Enrique. Se le achaca que no tirara del carro y que apenas tuviera incidencia en el juego, además de una actitud parsimoniosa durante los 90 minutos.

“Como viene siendo habitual, no voy a esconderme. Es el partido que definen a los grandes jugadores”, declaraba Mbappé días antes de la primera confrontación en Telefoot. Aquellas palabras se las llevó el viento, ya que apenas inquietó el miércoles al Barcelona y la dupla Araujo-Koundé, muy contundente durante todo el encuentro, contuvo el potencial del exjugador del Mónaco.

Desde que fichó por el Paris Saint Germain en 2017, a cambio de 135 millones, 180 después de confirmarse su renovación en mayo de 2022, a Mbappé se le ha resistido la Champions y eso que ha tenido opciones de poder ganarla. En 2020, después de la pandemia, el francés llegó a la final, pero el Bayern, con un gol de Coman, se antepuso en el camino del delantero. En aquel encuentro, era Neymar la estrella de los parisinos, pero Mbappé tuvo una oportunidad manifiesta de gol en el primer tiempo que podría haber cambiado la historia del club capitalino en la máxima competición continental.

Después, en 2021, el PSG, entrenado por Pochettino, disputó las semifinales. El Manchester City de Guardiola fue un ciclón que pasó por encima del conjunto de la capital francesa. Mbappé cayó lesionado en el partido de ida y no pudo jugar la vuelta, diciendo adiós a la Copa de Europa de la forma más triste posible. Durante las dos últimas temporadas, el desenlace fue idéntico. Eliminado en octavos en sendas ocasiones, a pesar de su gran rendimiento ante el Real Madrid en 2022, al que marcó dos goles en los dos partidos, el campeón del mundo en 2018 no pudo evitar dos debacles, el año pasado frente al Bayern, que lastraron el proyecto de los Galácticos de Qatar y Al Khelaïfi.

Las estadísticas están para romperse. Nunca en la historia de la Champions un equipo francés consiguió remontar una eliminatoria después de haber perdido la ida en su estadio. Mbappé no entiende de estas lides. Si el francés da un paso al frente, como en 2021 ante el Barça en el Camp Nou, anotando un hat-trick, los de Luis Enrique tendrán muchas opciones de darle la vuelta al resultado. Si, por el contrario, la versión del internacional francés es idéntica a la del Parque de los Príncipes, la épica deberá aparecer en Barcelona para evitar una eliminación.

La gestión de Luis Enrique con Mbappé ha concitado grandes críticas en Francia. Uno de los factores que puede explicar su flojo rendimiento recientemente, un gol en los últimos seis partidos, es lo mucho que le ha dosificado el técnico asturiano en la Ligue 1, competición en la que apenas ha disputado los 90′ en uno de los últimos siete encuentros, el 17 de marzo contra el Montpellier. El gijonés, de 53 años, esgrime que el equipo debe acostumbrarse a jugar sin él, pero todo el ruido generado por su salida y por su cambio de status, de estrella absoluta a uno más en la plantilla, le ha menguado física y mentalmente en las últimas semanas.

Mbappé se despedirá del Paris Saint Germain en junio, poniendo fin a una relación contractual de siete años en los que, de momento, ha sido incapaz de acercar al club a su primera Champions League, porque la estrella en 2020, cuando pierden frente al Bayern, era Neymar. En 2022, cuando renovó por dos temporadas con opción a otra opcional, la cual no ha ejecutado, una de las promesas de Al Khelaïfi fue brindarle un proyecto para aspirar a la Copa de Europa, con jugadores competitivos y con una plantilla de garantías. El qatarí, según Mbappé, no cumplió su palabra y eso desencadenó un tira y afloja que culminará con su salida, todavía por acordar en términos económicos, que podría ser agridulce al no haber logrado ganar la Champions League.

Fuente: AS.com

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