José Artemio Zúñiga Mendoza, juez de control del Centro de Justicia Penal Federal con sede en el Reclusorio Norte, otorgó a la Fiscalía General de la República (FGR) el mandamiento judicial el pasado 29 de octubre.
En septiembre, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal amparó a Gilda Susana, sentencia que dejó sin efecto la orden. Los magistrados señalaron que ésta carecía de fundamentación y motivación en lo relativo a la justificación de la necesidad de cautela.
Por este motivo se ordenó a José Artemio Zúñiga purgar dicho vicio y manifestarse si era posible que a Gilda Susana se le podía citar a comparecer en vez de privarla de su libertad.
El Tribunal mencionó que la FGR no pidió una audiencia oral y privada, sino que además no demostró en su solicitud por escrito la necesidad de cautela, con lo que se vulneró el principio de deber de lealtad del agente del Ministerio Público (artículo 128 del Código Nacional de Procedimientos Penales).
Gilda Susana indicó en su demanda de garantías que la FGR omitió y ocultó constancias que demostraban que no se encontraba sustraída de la acción de la justicia.
La FGR informó al Tribunal que no citó a Gilda Susana, porque “la quejosa cuenta con capacidad económica para evadir la acción de la justicia, en tanto tiene facilidades para salir del país” y que se demostró que no tiene arraigo en la Ciudad de México.
En acato al amparo, el juez de control dejó sin efecto la orden, pero días después volvió a librar el mandamiento judicial el cual puede cumplimentar la FGR.
Ante esta situación, la hermana de Emilio Lozoya promovió un amparo, pero no solicitó la suspensión, pese a tratarse de un delito que no amerita prisión preventiva oficiosa, es decir, que se puede enfrentar en libertad.
En la carpeta de investigación de la FGR se establece que, de junio a noviembre de 2012, se transfirieron 3 millones de dólares de la empresa Altos Hornos de México (AHMSA) a una cuenta de la que es beneficiaria Gilda Susana, sin que se identificara el origen de la transferencia.
También precisa que el presidente de AHMSA, Alonso Ancira Elizondo, utilizó el sistema financiero mexicano, y transfirió el dinero (en diferentes fechas de noviembre de 2012) desde una sucursal en Monclova, Coahuila, a una cuenta en Ginebra, Suiza.
Tochos Holding Limited fue la empresa que recibió los recursos, de la cual es beneficiaria y titular Gilda Susana.
Los 3 millones de dólares, que equivalían en ese entonces a 34 millones 234 mil pesos fueron utilizados para la compra la residencia en la colonia Lomas de Bezares, tras un contrato celebrado en la colonia Polanco, en la calle de Arquímedes. El inmueble era propiedad de María del Carmen Ampudia Cárdenas y Emilio Lozoya la adquirió, pero no pagó para ocultar el origen de los recursos.