Veracruz.- La presidenta de la Mesa Directiva de la LXVI Legislatura del estado, diputada Margarita Corro Mendoza, afirmó que la austeridad en un gobierno tiene que ver con el uso eficiente y eficaz del erario, de la infraestructura del Estado, del tiempo del servidor público en su desempeño a favor de los gobernados y, sobre todo, de la conducta ética. Así lo manifestó al participar en la ceremonia de entrega de reconocimientos a magistradas y magistrados del Poder Judicial estatal.
En el patio central de Palacio de Gobierno, ante el titular del Poder Ejecutivo estatal, ingeniero Cuitláhuac García Jiménez, y la presidenta del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del estado, magistrada Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, la Diputada recordó que el propio mandatario veracruzano y el presidente Andrés Manuel López Obrador bajaron sus sueldos, impulsaron la austeridad y criticaron fuertemente el modelo de “gobierno rico con pueblo pobre”.
Con la presencia del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, diputado Juan Javier Gómez Cazarín, la legisladora aclaró que la Austeridad Republicana no conlleva la indigencia del Estado y la limitación de inversión en políticas públicas de profundo impacto social. Se sumó al reconocimiento manifiesto a las y los 22 magistradas y magistrados, así como a los dos consejeros del Poder Judicial de Veracruz, por estar comprometidos con las causas sociales y ponderar la austeridad, por encima de cualquier otro interés.
Previamente, indicó que no hay peor gobierno en el mundo que aquel cuyos gobernantes viven en la opulencia, mientras sus ciudadanos viven en la pobreza, “máxime cuando el fin ético de un buen gobierno siempre es generar el bien común, impulsando una equitativa distribución de la riqueza y conminando a que el pueblo trabaje unido y solidariamente en un Estado de Derecho que garantice a mujeres y a hombres los fundamentales derechos que la dignidad humana exige”.
Asimismo, recordó que en décadas pasadas este país sufrió políticas impuestas por el capitalismo globalizado que no solamente “achicó” al Estado, sino que además adoptó una cultura de corrupción, que hizo fraude a la ley y propició la adjudicación de salarios ofensivos en comparación con el salario mínimo de la clase trabajadora.
También, la legisladora Corro Mendoza refirió que en el pasado tener un trabajo en el gobierno no era para servir el bien común, sino para los intereses propios. “Se convirtió en un fin perverso. No se dio igual en toda la burocracia, sino en las cúpulas, en las élites, que en lugar de apoyar al buen funcionamiento de la administración pública, prácticamente la utilizaron para saquearla”.
Por último, reiteró que lo hecho por el Presidente y el Gobernador del estado será un ejemplo para las futuras generaciones que decidan ser parte del servicio público.