Román Culebro Martínez

Ahora que se acerca el Día Internacional de la Mujer es bueno preguntarse, ¿cuál es el costo de la violencia contra ellas?

Especialmente en un país como el nuestro dónde, con base en cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), casi el 70% de las mujeres mayores de 15 años han sufrido algún incidente de violencia de cualquier tipo.

Los datos del INEGI también indican que el 43.9% de las agresiones fueron cometidas por las propias parejas de las mujeres.

Toda esta violencia contra la mujer, de acuerdo con los economistas, conlleva importantes costos que afectan a toda la economía.

Algunos son la disminución de la productividad de la mujer, de sus ingresos laborales y la erosión de su capital social a causa del miedo.

Y, en el caso de violencia extrema, el feminicidio, implica costos de oportunidad elevados al perderse valioso capital humano que podría contribuir al desarrollo de la familia y la sociedad.

La violencia contra la mujer implica también costos económicos reflejados en los gastos desembolsados por el gobierno para atender el problema desde diferentes ámbitos: la prevención, la atención y la sanción a la violencia; lo que a su vez requiere acciones en diversos aspectos: médico, jurídico, educativo, policial, cultural, etc; involucrando, de esta forma, a numerosos actores y multiplicando así la necesidad de recursos económicos.

Se estima que estos gastos representan un 5% del total del presupuesto del gobierno federal.

Finalmente, de acuerdo con un estudio hecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hace unos años, el costo total de la violencia contra las mujeres representa el 1.4% del Producto Interno Bruto (PIB) de México, lo cual equivale a una cifra mayor a los 200 mil millones de pesos.

El porcentaje incluso podría ser mayor si se piensa, de acuerdo con un estudio realizado por el Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM, que solo el 13.6% de las mujeres mexicanas que sufren violencia doméstica, la denuncian.

Está claro entonces que, si disminuyéramos o erradicáramos la violencia contra la mujer en México, podríamos obtener un beneficio para toda la economía nacional, un incremento del PIB y un mejoramiento en general del bienestar social.

Algo muy necesario en estos tiempos de estancamiento económico.

@Roman_CM
#TuEconomistaDeConfianza

Fuente: Coatza Digital

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