Román Culebro Martínez
– El coronavirus (Covid-19) ya está en México y debemos seguir todas las recomendaciones de las autoridades para evitar su propagación y salir lo más pronto posible de esta pandemia.
La afectación a la salud es, sin duda, el problema principal, particularmente en la población de riesgo: las personas con diabetes, enfermedades cardiacas, cáncer, VIH, con sistema inmunológico débil y los ancianos.
Sin embargo, no solamente el ámbito de la salud es el único afectado, ya que el coronavirus también puede impactar significativamente a la economía nacional y, sobre todo, a las finanzas personales conforme aumenten las restricciones que los gobiernos y autoridades pongan en las actividades diarias.
El grado de afectación a las finanzas personales dependerá de cuánto tiempo dure la pandemia y de la incertidumbre asociada a ella.
No obstante, podemos ofrecer unas recomendaciones generales para proteger y blindar nuestras finanzas en tiempos del coronavirus:
Primero: Evitar las compras de pánico. Apresurarse a comprar cantidades industriales de cubre bocas, botellas de agua, antibacteriales, desinfectantes, vitamínicos, gasas, papel de baño, etc., no solamente encarecerá el precio de los productos y creará desabasto (por al aumento de la demanda) sino que también nos hará incurrir en gastos excesivos no planeados que impactará el nivel de recursos económicos que debemos guardar para afrontar cualquier emergencia. (También en este punto, se recomienda leer información autorizada y oficial ya que algunos de esos productos en realidad no sirven para el coronavirus y su compra no tiene razón de ser).
Segundo: Apoyarse en redes familiares o vecinales (capital social) para afrontar costos imprevistos. Las restricciones impuestas por el coronavirus pueden ocasionar que algunas familias se vean obligadas a enfrentar un costo no previsto, como por ejemplo el cuidado de los hijos debido a la suspensión de clases. Algunas familias se les dificultará o se les hará imposible asumir el costo de conciliar el trabajo con el cuidado de los hijos debido a la suspensión de clases. Si las autoridades o las empresas no conceden permisos laborales por salud pública, entonces la recomendación es apoyarse en el capital social de cada hogar, es decir en las redes de familiares, amigos o vecinos para apoyar en el cuidado de los hijos y distribuirse ese costo.
Tercero: Reducir gastos y generar un fondo de contingencia. Es importante en un entorno de incertidumbre como el que genera el coronavirus, podamos contar con liquidez por lo cual, de momento, reflexionemos y valoraremos la posibilidad de cancelar o posponer grandes decisiones económicas y no realicemos gastos innecesarios. La reducción de esos gastos (la cancelación del viaje de Semana Santa por ejemplo) nos podrá facilitar la creación de un pequeño colchón o fondo financiero para situaciones imprevistas en el tiempo que dure la cuarentena.
Cuarto: Cuidar el endeudamiento. Algunas personas debido a la baja de las tasas de interés o debido a pánico infundado podrían tratar de recurrir a créditos para adquirir bienes y servicios. Es importante evitar endeudarnos de manera excesiva ya que cuando pase la pandemia nuestra estabilidad financiera estará comprometida. Si vamos a recurrir a un crédito, se recomienda probar primero con los más baratos, como los préstamos familiares o los adelantos de nómina.
El coronavirus ya está en nuestro país y no solamente es responsabilidad del gobierno detener su propagación y mitigar sus efectos.
Una gran parte de los efectos que el Covid-19 pueda tener en nuestra salud física y nuestra salud financiera va a depender exclusivamente de nosotros, del cuidado que tengamos y las decisiones que tomemos.
@Roman_CM
#TuEconomistaDeConfianza
Fuente: Coatza Digital