Agencias

– Veracruz.- Un conductor que maneje del centro o del sur del Estado, desde Coatzacoalcos, Córdoba, Xalapa o el puerto de Veracruz, hacia la zona norte, muy probablemente lo hará sobre alguna de las varias autopistas de cuatro carriles que cruzan la mayor parte de nuestra entidad.

Al dejar atrás el Libramiento de Cardel y llegar a La Mancha, sin embargo, su camino se volverá súbitamente de dos carriles.

Ese conductor retrocederá más de medio siglo en el progreso para adentrarse en una carretera angosta y sinuosa en la que se encontrará de frente camiones pesados con los que se cruzará a pocos centímetros de distancia. “Utilice cinturón de seguridad”, le advertirá con mucha sensatez un letrero unos metros más adelante.

El trazo y las especificaciones de la carretera prácticamente son los mismos desde mediados del siglo pasado si no es que más antiguos.

Con justificada prudencia de las autoridades de transporte federal, la velocidad máxima permitida por estos rumbos es de 60 kilómetros por hora y en muchos tramos es de sólo 50. Menos de la mitad de las autopistas, donde es de 110.

Es una lástima que por extremar precauciones ese conductor no pueda despegar la vista de la carretera algunos segundos, porque disfrutaría de un paisaje que, con su verdor, sus peñones y playas, compite en belleza por ser el segundo más hermoso del Estado de Veracruz (es una verdad sabida, no sujeta a discusión, que el primero es Los Tuxtlas y que, después de ahí, todos los demás compiten con mucha honra por el segundo lugar).

¿Por qué les estoy hablando de esta carretera? Podría ser porque el mes pasado la transité en varias ocasiones en ambos sentidos. Pero no es por eso, sino porque resulta que la moderna autopista de Cardel a Poza Rica, de cuatro carriles, pronto será un compromiso cumplido más del Presidente Andrés Manuel López Obrador y del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez.

A eso vino el Presidente dos veces en las últimas semanas. Básicamente, a garantizarles a las y los habitantes de Martínez de la Torre –y sus aledaños- que la construcción de la autopista irá acompañada de las obras hidráulicas necesarias para evitar que la nueva ruta provoque inundaciones en la zona. Con la palabra empeñada del Presidente se liberaron los últimos dos kilómetros de derechos de vía que faltaban para completar la autopista.

Será cosa de unos meses para que la autopista Cardel-Poza Rica sea una realidad. Un legado de los muchos de Andrés Manuel y Cuitláhuac para la zona norte y para todo el Estado. La zona norte de Veracruz, donde la Brecha Huasteca fue la primera carretera pavimentada con asfalto en el país, en 1908, merece que su puerta de entrada sea una autopista segura, rápida y moderna.

Como con muchas otras cosas, tuvo que llegar la Cuarta Transformación para que esto fuera posible.

Diputado Local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Veracruz.

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