Redacción
– Ciudad de México.– Estados Unidos planea enviar millones de dosis de la vacuna AstraZeneca a México y Canadá, dijo el jueves la Casa Blanca, un paso notable hacia la diplomacia de las vacunas. Jen Psaki, secretaria de prensa de la Casa Blanca, dijo que Estados Unidos planeaba compartir 2.5 millones de dosis de la vacuna con México y 1.5 millones con Canadá, y agregó que “aún no está finalizado [el acuerdo], pero ese es nuestro objetivo”.
Millones de dosis de la vacuna se han depositado en los sitios de fabricación estadounidenses. Si bien su uso ya ha sido autorizado en decenas de países, incluidos México y Canadá, la vacuna aún no ha sido aprobada por los reguladores estadounidenses. Psaki dijo que los envíos a México y Canadá serían esencialmente un préstamo, y que Estados Unidos recibiría de regreso esas dosis de AstraZeneca u otras vacunas en el futuro.
“Me consultan si es veraz que hay un acuerdo de vacunas con EU en seguimiento a la conversación entre los Presidentes López Obrador y Biden. Sí, es correcta la información. Mañana a las 9 am les doy los detalles porque todavía estamos trabajando en ello. Buenas noticias!”, había dicho antes el Canciller mexicano Marcelo Ebrard Casaubón.
El anuncio ocurre después de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a Biden acceder a las vacunas contra la COVID-19 producidas en Estados Unidos durante su reunión bilateral virtual del 1 de marzo, cuando acordaron “analizarlo”. También coincide con el anuncio de restricción del tránsito terrestre en las fronteras de México para frenar la COVID-19 en pleno aumento de flujo migratorio hacia Estados Unidos.
“Mañana a las 9 am (15:00 horas GMT) les doy los detalles porque todavía estamos trabajando en ello. ¡Buenas noticias!”, añadió Ebrard.
Esta semana trascendió que México pidió de forma pública acceder a la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford que se produce en Estados Unidos, donde aún no se avala el uso de emergencia de este fármaco.
Pese a que México y Argentina obtuvieron un acuerdo para producir el antígeno de AstraZeneca, su envase se ha retrasado en una planta de la capital mexicana. El Gobierno de Biden había advertido de que no compartiría su suministro de vacunas hasta garantizar la inmunización de su población, a finales de mayo, pero la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, en inglés) no ha avalado la vacuna de AstraZeneca.
Pero tras la reunión del 1 de marzo, el Presidente mexicano afirmó que Biden mostró “mucha comprensión” a su petición.
La negociación es un reflejo de la apuesta de López Obrador por el acceso temprano a la vacuna para controlar la COVID-19, que suma más 2.17 millones de casos y más de 195 mil muertes en México, el tercer país con más decesos por la pandemia.
A pesar de que México fue uno de los primeros países en iniciar la inmunización el 24 de diciembre con la vacuna de Pfizer, hasta ahora sólo ha administrado cerca de 4.7 millones de dosis de distintos fármacos.
La Secretaría de Salud informó este jueves que desde el 23 de diciembre de 2020, México ha recibido 8.16 millones de vacunas contra COVID-19 en 18 embarques, divididos en 32 vuelos.
México tiene comprometidos 34.4 millones de dosis de la vacuna estadounidense Pfizer, 79.4 de la británica AstraZeneca, 35 de la china CanSino, 24 de la rusa Sputnik V, 20 de la china Sinovac, 12 de la también china Sinopharm y 51.4 de la plataforma Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
LAS CRÍTICAS A BIDEN POR EL ACAPARAMIENTO DE VACUNAS
Ha habido reclamos en el mundo porque Biden giró instrucciones de comprar 100 millones de dosis más de la vacuna de Johnson & Johnson contra el coronavirus, incrementando un posible superávit de dosis para finales de este año mientras que gran parte del resto del mundo pasa problemas de escasez.
Incluso antes de la orden del miércoles, hace una semana, Estados Unidos se encaminaba a recibir para mediados de mayo suficientes vacunas aprobadas para inocular a todos los adultos, y suficientes para 400 millones de personas para finales de julio.
Dosis para 200 millones de personas más están pendientes en caso de que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) apruebe las vacunas de AstraZeneca y Novavax. Se prevé que las vacunas adicionales de J&J, suficientes para 100 millones de personas, sean entregadas en el segundo semestre de este año.
Asistentes de la Casa Blanca señalaron a Associated Press que la prioridad de Biden es asegurarse de que todos los estadounidenses estén vacunados, antes de sopesar la posibilidad de distribuir dosis a otros países. “Queremos tener un exceso de suministros y de preparación”, dijo la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, el miércoles, señalando que Biden quería recursos en caso de imprevistos con los planes de producción existentes.
“Aún no sabemos cuál será la vacuna más efectiva en los niños”, añadió. “Aún no sabemos el impacto de las variantes o la necesidad de inyecciones de refuerzo. Y estas dosis pueden usarse como vacunas de refuerzo de ser necesario. Obviamente, es algo que sigue bajo estudio por parte de la FDA, pero, reitero, queremos tener un exceso de preparación”.
La Casa Blanca había rechazado solicitudes de aliados de Estados Unidos, incluyendo México, Canadá y la Unión Europea, de vacunas producidas en Estados Unidos, donde la producción de varios meses ha resultado en vacunas para uso exclusivo en el país. En tanto, Rusia y China, cuyos gobernantes no enfrentan a los votantes en elecciones libres y justas, han utilizado sus vacunas de producción local para obtener una ventaja estratégica.
China se ha comprometido a entregar casi 500 millones de dosis de sus vacunas a más de 45 países, de acuerdo con un conteo de nación por nación realizado por The Associated Press. Cuatro de los varios fabricantes de vacunas en China aseguran que serán capaces de producir al menos dos mil 600 millones de dosis este año.
Rusia ha enviado millones de dosis de su vacuna Sputnik V a países de todo el mundo, incluso mientras vacuna a su propia población. Los analistas aseguran que uno de los objetivos de esta campaña es proyectar la imagen de Rusia como potencia científica, tecnológica y benevolente, en especial mientras otros países se topan con problemas de escasez de vacunas de COVID-19 debido a que naciones más ricas acaparan las versiones fabricadas en Occidente.
Israel, que ya ha vacunado a más de la mitad de su población con la vacuna de Pfizer producida en Europa, también ha intentado este tipo de diplomacia para recompensar a sus aliados.
Fuente: Sin Embargo