Yamiri Rodríguez Madrid
– Ya lo dijo tajantemente el secretario de Educación Pública en el país, Esteban Moctezuma Barragán, que el regreso a clases será cuando los semáforos estatales estén en verde, lo que al menos para Veracruz aún resulta incierto.
Lo paradójico de todo esto no es cuándo vuelvan a las aulas millones de estudiantes, de todos los niveles, sin arriesgar su salud, sino la brecha que se está ampliando entre unos y otros. Lo habíamos comentado semanas atrás, cuando mencionábamos que si bien para algunos su mayor problema era la conexión a Internet, una inmensa mayoría no tiene las herramientas necesarias para tomar clases a distancia.
Los colegios y universidades particulares invierten ahora en esta infraestructura para evitar que se les vaya el alumnado, para garantizar la calidad educativa, pero el sector público se quedará muy atrás, sobre todo cuando todavía hay un rezago en construcción de escuelas, de nuevas aulas para aquellas que están saturadas. Es irónico que existan aún en el país “telesecundarias” donde no hay tele.
La otra arista es el desembolso que se tiene que realizar para el regreso a clases, sobre todo cuando el mes pasado Veracruz registró la pérdida de 5 mil 764 empleos. Sin importar la fecha en que regresen, o si será presencial o en línea, la situación económica se ha complicado y se tendrán que comprar útiles y uniformes, pagar inscripciones y colegiaturas. Por eso la Comisión de Educación en la Cámara de Diputados, pidió que no se cometan abusos en el cobro de cuotas escolares. que el uso de uniformes sea optativo y que no se les pidan insumos extras en el regreso para no seguir pegándole al bolsillo de las familias.
Lo cierto es que mientras nosotros discutimos esto, que sin duda es un tema fundamental, a nivel internacional otros países desarrollan políticas públicas sobre cómo atender la alfabetización digital y cerrar las diferencias tecnológicas y digitales que la pandemia ha sacado a flote. Muy lejos de todo eso estamos aún.
@YamiriRodríguez
Fuente: Coatza Digital