Fernando Inés Carmona
– Orizaba, Ver.- La industria de la maquila de uniformes está a un paso del colapso financiero, su producción desde abril cayó a niveles históricos que ahora la ponen en riesgo de continuar. En la zona son 12 empresas de este giro que enfrentan el problema económico; lo peor se prevé en las siguientes semanas, sobre todo, porque el inicio del ciclo escolar 2020-2021 no significó la recuperación esperada; la reanudación de clases apenas movió un 20 por ciento al comercio especializado, según datos de la delegación local de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Orizaba.
La actividad en la industria de la maquila, comenta la vicepresidenta Atenea Merino Chicatto, pasa por uno de los momentos más complicados de su reciente historia, el problema inicia desde abril pasado, cuando, por el inicio de la pandemia, se detiene la producción de uniformes que se preparan desde mucho antes del inicio de clases.
«Hoy la maquila de uniformes escolares está literalmente detenida», y señala que el reinicio de clases de forma virtual es el principal factor que pone en riesgo la estabilidad de esas micro empresas, «ahora con el regreso a clases de manera virtual, los padres no gastan en uniforme y otras cosas que utiliza el alumno al volver a clases de forma presencial».
Incluso, prosigue, «las y los costureros, que reparan y ajustan uniformes, igual están afectados; hoy no hay compra de uniformes, los padres de familia esperarán a que el semáforo epidemiológico cambie a color verde y tengan clases presenciales, en este momento la industria está severamente afectada».
En la región Altas Montañas, se calcula que al menos unas 12 maquiladoras de uniformes «están afectadas económicamente y en medio de serios problemas. El parón de actividades los afecta porque, aunque tienen otra producción, su trabajo mayoritario es la maquila de uniformes escolares».
Estos, explica, «se preparan con mucha anticipación, meses antes de que se retome el nuevo ciclo escolar. Ellos pararon desde abril y tuvieron que especular por la incertidumbre de cómo se va desarrollando la pandemia y pues todo esto no ha sido favorable para los empresarios del ramo».
Estaba la posibilidad de que el problema económico fuera disminuyendo de forma importante, «sin embargo, la prolongación y aumento de contagios provocó que muchos de ellos pararan, dejaron de comprar tela, no les convenia hacerlo. Tenían cifradas sus esperanzas en el regreso a clases y que fuera presencial, lo que al final no sucedió«.
Esto ponen en predicamento a los micro empresarios, «algunas de las empresa están en riesgo de extinguirse y ahora buscan otras alternativas como la elaboración de cubrebocas, además del equipo con el que trabaja el personal médico en hospitales públicos y privados, pero en resumen el inicio del ciclo escolar 2020-2021 no detonó el repunte en las ventas, se esperaba una reanudación importante en los sectores de papelería, uniformes, zapaterías, pero no fue lo que se requería», comentó.
Fuente: La Jornada Veracruz