– México.- Caminando o hasta en burro, encuestadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realizan el Censo 2020 en millones de viviendas de México.

“Ahorita vamos a partir de aquí de Álamo y nos vamos a arrancar a una comunidad que está al norte de nuestro municipio que es la comunidad de Guajaray y de ahí nos vamos a trasladar a una comunidad que es Todos Santos”, dijo Rafael Félix Cota, encuestador de INEGI en Sonora.

Rafael y Arturo salieron de Álamos, Sonora, al ejido Guajaray. Recorrieron 82 kilómetros en vehículo y dos en mula. Sólo así se puede llegar a Todos Santos, una de las poblaciones más alejadas del norte de Sonora, con temperaturas extremas que llegan a los 48 grados.

“Ahorita en el arranque nos tocó buena suerte, nos tocó nubladito”, dijo Rafael.

Rafael participó en el Censo de 2010, por lo que ahora lo hace con mayor conocimiento.

«Como ya ven, se encuentran los caminos de tan difícil acceso, pero para nosotros poder llegar a comunidades es de suma importancia”, reiteró el encuestador.

Luego de seis horas llegó a Todos Santos, donde solo hay cinco casas.

Una situación similar enfrenta Inés, una encuestadora que habla tzotzil.

Inés caminó más de 40 minutos por terracería y otros 20 minutos por un sendero hasta subir al cerro donde encuentra se la vivienda de Don Zeferino, en la comunidad de Patosil, en Zinacantán, Chiapas.

“Buenos Días, ¿cómo está?, ¿Puedo hacerle una pregunta referente al censo de población 2020? ¿Solo necesito que me diga cuántos viven en la vivienda, a qué se dedican, y cómo está confirmada la familia?

«Está bien, eso es lo que manda el Gobierno para hacer esas encuestas y ya estamos enterados que nos pueden entrevistar. Por mí no hay problema”, respondió el señor Zeferino Domingo Pérez Hernández, habitante de la comunidad de Patosil, Zinacantán, Chiapas.

Las personas se identifican más hablándoles en su dialecto se sienten más liberadas, más tranquilas no se sienten tan nerviosas”, agregó Inés Magali Vázquez Ruiz, encuestadora del INEGI, Chiapas.

En zonas de población vulnerable, los encuestadores realizan dos cuestionarios:  el básico que consta de 38 preguntas y el cuestionario ampliado con 103 preguntas. El censo tiene que ser autorizado por las autoridades tradicionales que se rigen por usos y costumbres.

«Se les llega a hablar, se les pide el permiso, se les explica para qué pueda entrar el personal operativo no”, agregó Juan Carlos Pérez Pérez, coordinador del INEGI en Zona Indígena de Chiapas.

Uno de los propósitos más importantes del Censo de población es hacer visible a los grupos vulnerables. Una de las novedades ahora es, por ejemplo, la afrodescendencia que será incluida en el Censo por primera vez, otra de las novedades. Se refiere a las personas con discapacidad. “Estamos preguntando el grado de dificultad que tiene alguna persona”, insistió Julio Santaella, Presidente de INEGI.

La principal preocupación son las condiciones de seguridad en que trabajarán los encuestadores.

En los Censos Económicos del año pasado, tuvimos robo de equipos. Normalmente en estas circunstancias no van nuestros entrevistadores solos, sino van acompañados, van en vehículos oficiales, van en una cuadrilla”, concluyó Santaella, Presidente de INEGI.

Fuente: Noticieros Televisa

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