Sergio Ramírez
Luego de siete horas de vuelo desde la Ciudad de México hasta Washington, con escala de dos horas y media en Atlanta, con cubrebocas y certificado de no estar contagiado de Covid-19, el Presidente Andrés Manuel López Obrador llegó anoche a la capital estadounidense para iniciar una visita de trabajo de un día, sin el afán de confrontar a nadie, sino privilegiar el diálogo.
El primer mandatario salió de la capital mexicana a las 13:40 horas en un avión de la aerolínea Delta Airlines con destino a Atlanta, primer parada de su travesía, donde elementos del Servicio Secreto de EU se hicieron cargo de su seguridad, para luego continuar hacia Washington, donde fue recibido por los embajadores de México, Martha Bárcena, y de EU, Christopher Landau.
Arribó a la terminal aérea de Dulls poco antes de las nueve de la noche, junto con el canciller Marcelo Ebrard y la secretaria de Economía, Graciela Márquez, así como su jefe de Ayudantía, Daniel Asaf. Minutos después, fueron trasladados a la sede diplomática de México en ese país.
Previamente en la conferencia mañanera, López Obrador declinó comentar sobre el muro fronterizo, luego de que su homólogo estadounidense retomara el recorrido de supervisión de la valla en Arizona, el lunes pasado, y pidió a los reporteros esperar lo que dirá en su visita a EU.
Sin embargo, dejó en claro que “sobre otros temas vamos nosotros a ofrecer nuestra opinión, pero no vamos en un plan de confrontación; vamos a buscar convencer, vamos a buscar el entendimiento, como lo hemos hecho en todos los casos”, expuso.
Frente a la petición de algunos legisladores estadounidenses a Trump para que reconsiderara la invitación a su contraparte mexicana, López Obrador destacó que “así como apareció esta foto en la frontera, también se da a conocer que él defiende mi visita porque hay oposición de algunos, como es normal en cualquier democracia, y él amablemente plantea que quiere tener el encuentro con nosotros”.
Ante el cuestionamiento de los posibles tintes electorales que pudiera tener el encuentro, el mandatario aclaró que aceptó acudir a ese país por los beneficios que traerá la relación a México.
“Si el actual Gobierno mexicano fuese entreguista, como los que ha habido, entonces sí habría motivo de preocupación, pero hemos mantenido una relación de respeto y de defensa de nuestra soberanía. Les pongo un ejemplo: nosotros no hemos hecho acuerdos como el que se hizo en una administración de permitir que entraran armas a México, acuerdos en lo oscurito, a espaldas del pueblo. Somos distintos, somos diferentes, entonces no hay nada que temer; al contrario, nos ayuda”.
Reiteró que el objetivo de su visita será la celebración de la entrada en vigor del tratado comercial entre México, EU y Canadá (T-MEC), el pasado 1 de julio.
“En la agenda hay muchos temas, pero vamos básicamente con lo relacionado al tratado; nos importa mucho lo relacionado con la economía, y vamos a expresar nuestro beneplácito porque las relaciones entre México y EU se han llevado a cabo en términos de respeto”, subrayó.
Antes de viajar a su encuentro con Donald Trump, el jefe del Estado mexicano confirmó que había salido negativo en la prueba de Covid, la cual se practicó el lunes.
“Ahora me la hice porque voy a viajar y tengo que actuar con responsabilidad, estar muy seguro de que no tengo afortunadamente este virus. Ya me hice la prueba, llevo mi certificado”, comentó a la prensa.
A este viaje lo acompañan 11 empresarios mexicanos que participarán en la cena de trabajo que ofrecerá hoy el presidente Donald Trump en la Casa Blanca; entre ellos, Carlos Slim Helú (Grupo Carso), Ricardo Salinas Pliego (Grupo Salinas) y Carlos Hank González (Grupo Banorte).
En el grupo sólo hay una mujer empresaria, Patricia Armendariz Guerra (Financiera Sustentable); además de Carlos Bremer (Grupo Financiero Value), Daniel Chávez Morán (Grupo Vidanta), Bernardo Gómez (Grupo Televisa) y Francisco González Sánchez (Grupo Multimedios).
También asisten Miguel Rincón Arredondo (Bio Pappel), Marcos Shabot Zonana (Arquitectura y Construcción) y Olegario Vázquez Aldir (Grupo Empresarial Ángeles), con el fin de explorar nuevas posibilidades que ofrece el T-MEC.
En la cena de trabajo que ofrecerá Trump, posterior a la reunión privada con su homólogo mexicano en el Despacho Oval (programada para las 14:05 horas), se dará un menú mediterráneo integrado por jitomates veraniegos, filete de robalo con papas al azafrán, entre otros alimentos.
Fuente: La Razón de México.