Anahí Ruiz
– La temporada decembrina representa para muchos un respiro financiero gracias al aguinaldo. Sin embargo depende de nuestra capacidad de administración y hasta de nuestra fuerza de voluntad si éste representa un tanque de oxígeno o solo una bocanada de aire.
Y no nos espantemos, es cierto que disfrutar del recurso extra que significa el aguinaldo es una recompensa al trabajo de todo el año, pero es precisamente por eso que debemos ser muy cuidadosos y asertivos al escoger si los gastamos o invertimos.
Siguiendo la regla básica del 50, 30, 20. El 50% del aguinaldo lo podemos destinar a gastos fijos de las fiestas por ejemplo, la cena de navidad y año nuevo, o alguna reparación que queramos hacer en casa. El 30% es para gastos en gustos. Es decir, ropa y regalos, y el último 20% lo podemos destinar al ahorro.
Recuerda que en esta época es muy fácil caer en el consumo excesivo de cosas que luego no utilizaremos así que analiza siempre muy bien lo que pienses adquirir. Otro gran uso de estos recursos extras es saldar deudas. Y es que nada mejor que comenzar el año sin deudas, aunque esto signifique no gastar de sobremanera en esta temporada.
En este caso, es importante considerar el monto total de la deuda y la tasa de interés que nos están cobrando, ya que si la tasa es alta conviene liquidarla de inmediato, pero si la tasa es cómoda y no afecta a tus gastos fijos, puedes solo abonar a capital y reducir tiempo o aportaciones para comenzar el 2023 más desahogado económicamente.
En resumen, planear lo que harás con tu aguinaldo antes de gastarlo es la mejor recomendación y si de plano solo piensas guardarlo, platiquemos para descubrir la manera más efectiva de hacerlo crecer.
Yo soy Anahí Ruiz, sígueme en Facebook como @ARFinanzasPersonales y tracemos juntos el mejor camino hacia tus metas financieras.
¡Hasta la próxima!