-Xalapa, Ver.- El estado de Veracruz ocupa el tercer lugar en número de tomas clandestinas en lo que va del 2019, apenas por debajo del puntero, Hidalgo, y el estado de Guanajuato.
En conferencia de prensa desde Palacio Nacional, el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, presentó la estadística nacional que posiciona a Veracruz en cuarto lugar total nacional durante 2018, y quinto en 2017.
De acuerdo a las cifras, en Veracruz se reportaron 67 tomas clandestinas en los primeros días del 2019, por debajo del estado de Guanajuato, con 72 puntos de ordeña, e Hidalgo, con 164.
En 2018, la entidad cerró el año con reporte de 1539 tomas clandestinas, debajo de las 1550 de Jalisco, 1919 en Guabajuato, 2072 en Puebla, y nuevamente Hidalgo a la cabeza con 2021.
La estadísica de 2017 es diferente. El primer lugar lo obtuvo Guanajuato con 1852, seguido por Puebla, con 1143; después Tamaulipas con 1100, Hidalgo con 1064, y Veracruz en quinto lugar con 1011.
En la conferencia también se explicó que la mayoría de las tomas clandestinas detectadas a lo largo del país, se realizan con válvulas de baja presión, hechas de bronce, de 150 libras por pulgada cuadrada.
Estas válvulas son las que han ocasionado el descontrol en tomas clandestinas, pues no son adecuadas ni contienen las especificaciones que se deben usar.
Ello, representa un alto riesgo para los cuerpos de atención de Pemex, y los obliga a tomar medidas para la reparación, como la suspensión del abastecimiento a través de ductos.
“Hay que aplicar otro tipo de procedimiento como es la suspensión del ducto, de presionar en su totalidad para poder hacer la eliminación, y evitar que emita un derrame y por consecuencia afecte a sus trabajadores”, explicó un ingeniero de la paraestatal.
En ese sentido, realizó una comparación sobre el nivel de presión al que se enfrentaron el día del siniestro en Tlahuelilpan.
“En el momento del incendio –en Tlahuelilpan- había Pemex Premium –en el ducto- que tiene un peso específico de 0.736, el multiplicar 94 metros (diferencia de metros sobre el nivel del mar entre la toma clandestina y la ciudad de Tula, por donde atraviesa el ducto) por .736, da la presión de columna que había en el punto, que fue de casi siete kilogramos por centímetro cuadrado, a eso nos enfrentamos ese día, a pesar de la suspensión de ducto había una presión importante de siete kilogramos que teníamos que controlar para poder sofocar el incendio”.
El inventario del ducto en cuestión, finalizó, es de 9 mil 785 barriles (14.9 km x 654 barriles por 1 kilómetro).