María Elvira Santamaría Hernández
-Hemos estado demasiado tiempo enfrascados en temas políticos. Desde su campaña y luego ya como presidente de la Republica, Andrés Manuel López Obrador ha hecho que surja en casi cada uno de los mexicanos un politólogo experto, un comentarista agudo y un juez implacable. Sí, ahora cuál más somos críticos o apoyadores furibundos de las diarias opiniones y acciones de AMLO.
Sin embargo más allá de la indiscutible importancia del combate al robo de combustibles, de la cancelación del nuevo aeropuerto, de la creación de la Guardia Nacional, del cierre de las guarderías e incluso del desabasto de medicamentos en el Sector Salud, y de la aterradora inseguridad, hay otros asuntos sustanciales.
Asuntos aparentemente simples, pero al mismo tiempo vitales. La falta de agua por ejemplo. Carecer una semana de agua potable se convierte en la más horrible pesadilla para cualquiera. Sin agua surge el caos, la enfermedad, la miseria y la mortandad. También por la falta de agua se han dado enormes migraciones en varias zonas del planeta y no sólo en sitios remotos como África, no. También ha habido abandono de poblados en nuestro país, a consecuencia de sequías prolongadas y depauperadoras.
Lo que antes apreciábamos en películas o en historias de lejanos lugares, hoy son situaciones críticas en varios estados de la Republica, es más, hay poblaciones del estado de Veracruz, y zonas de las ciudades que habitamos, que sufren de constante falta de agua potable.
¿En qué bolsillos estarán tantos millones de pesos que las diferentes presidencias municipales han invertido supuestamente en sistemas de agua para sus comunidades? Tantos pozos profundos perforados solo en el papel, tanta dinero dizque dedicado a la reforestación para mantener los mantos freáticos, tantos recursos federales y programas estatales anunciados para el bombeo del agua desde su origen hasta los hogares que nunca se han aplicado.
Tantas fugas en las viejas tuberías que por estar ocultas han sido falsamente renovadas quién sabe cuántas veces por administraciones mentirosas que han engañado a sus conciudadanos y se han robado el dinero que debía ser destinado a esos fines.
Y también, cuánto desperdicio del invaluable líquido por parte de los usuarios. Cuánta inconsciencia hacia un recurso tan escaso en la tierra que solo apreciamos cuando no lo tenemos.
En estos días de tanto de calor, de sequía, es tiempo de que valoremos la importancia del agua, que quienes gozamos de contar con ella en nuestros hogares, centros de trabajo o escuelas la cuidemos como el bien precioso que es.
Es tiempo de que los alcaldes de la zona apliquen políticas que garanticen que llegue el vital líquido al mayor número de habitantes, de la mano del órgano administrador
y también es tiempo de que nuestros diputados locales y federales gestionen lo necesario para que los veracruzanos no padezcan falta de agua.
Es tiempo de honradez, lo del agua, al agua.
Fuente: Coatza Digital
