Osvaldo Antonio Sotelo
-Coatzacoalcos, Ver. – Lo que hace cinco años fue un sueño, se cumplió este miércoles con la apertura de la Casa del Migrante, en la colonia Nueva Obrera de Coatzacoalcos.
Apenas unos segundos después del corte inaugural se escuchó el sonido del ferrocarril, ese en el que suben diariamente los migrantes, que no dejó escuchar momentáneamente el discurso de los representantes de la Diócesis de Coatzacoalcos.
Antes de que el obispo Rutilo Muñoz Zamora rociara con agua bendita la Casa del Migrante en Coatzacoalcos, el recinto fue empapado por un aguacero.
Ni la lluvia impidió que se abrieran las puertas de este recinto, en el que ahora podrán descansar los migrantes durante su paso por Coatzacoalcos.
“Sé que esto ha sido permitido por Dios”, dijo durante su discurso el responsable de la pastoral de la Movilidad Humana, Joel Ireta Munguía.
Con recursos de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) se construyó este refugio que albergará no solo a migrantes, sino a solicitantes de asilo.
El inmueble que se encuentra debajo del puente de la avenida Uno, cuenta con tres plantas, en los que se encuentran dormitorios, un área de enfermería, cocina, y próximamente se abrirá un centro de esparcimiento, a un costado del recinto.
“No se trata sólo de migrantes, se trata de construir la ciudad de Dios y del hombre, se trata entonces de que nosotros seamos los primeros en ver y así podamos ayudar a los otros a ver en el migrante y el refugiado no sólo un programa que debe ser afrontado sino una hermana y hermano que deben ser acogidos, respetados y amados”, expresó el obispo Rutilo Muñoz Zamora.
Ahora, con esta casa del Migrante, se confirmó el cierre del albergue que se encuentra en la colonia Coatzacoalcos.
Fuente: Coatza Digital
