Agencias 

En una mañana soleada de la Ciudad de México, unos 25 policías se ejercitan bajo la mirada y los gritos de un instructor. La escena podría ser común en otra parte del mundo, pero es extraordinaria en México, donde 75% de los adultos tienen sobrepeso u obesidad.

Los ejercicios son sólo una parte de un programa al que poco más de mil policías capitalinos -de una fuerza total de 83 mil- se sumaron para perder kilos, mejorar su salud y hacer su trabajo con mayor eficiencia.

Los uniformados reciben mil pesos al mes como incentivo por participar en el programa, que incluye un plan de nutrición.

Durante la rutina, bañados en sudor, tienen rostros de concentración o de fatiga. Los cuerpos de algunos muestran los estragos de la epidemia de obesidad que afecta a México.

México es una de las naciones con tasas de obesidad más altas en América Latina y el Caribe junto con Chile y Bahamas, según la FAO. Además, es uno de los países con mayores índices de obesidad infantil.

Entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México es el segundo con mayores índices de obesidad, solo detrás de Estados Unidos. Y de los 52 países analizados, será el que sufrirá la mayor reducción de esperanza de vida debido a ese problema, de 4 a 2 años, según la organización.

Las enfermedades relacionadas a la obesidad y al sobrepeso muestran cifras alarmantes en un país con 120 millones de habitantes.

En 2018, 8.6 millones de personas reportaron haber recibido un diagnóstico de diabetes mientras otros 15 millones dijeron haber sido diagnosticadas con hipertensión, según cifras del instituto de estadísticas, INEGI.

El problema motivó también que en este año el Congreso mexicano aprobara cambios al etiquetado de alimentos considerados «chatarra», esto es, que son altos en azúcares, sodio y grasas saturadas.

En una política similar a la que existe en Chile, ahora el gobierno advertirá sobre los alimentos que excedan los contenidos considerados saludables, pese a la resistencia de la industria de alimentos procesados.

Es una forma de enfrentar «la problemática que tenemos en el país referente a la obesidad, al sedentarismo», dice el instructor Javier Ramírez, al hacer una pausa en la rutina de ejercicios del programa «Policía saludable», que tiene unos tres meses en operación.

Fuente: Coatza Digital 

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