Román Culebro Martínez

– Tanto el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) como el Banco de México (Banxico) han confirmado en sus publicaciones recientes la drástica contracción que la economía mexicana tendrá este año. Inegi informó que nuestro PIB ha acumulado tres trimestres con decrecimiento, mientras que Banxico ha recortado su pronóstico de crecimiento para 2019 de un rango entre 0.2% y 0.7% a un rango entre -0.2% y 0.2% (un crecimiento negativo).

Estos datos confirman que la meta de crecimiento del PIB de 1.1% a 2.1% que se trazó el gobierno para este año no se cumplirá.

El PIB es el Producto Interno Bruto y mide el valor de todos los bienes y servicios producidos en un país en un determinado periodo de tiempo.

Mayor crecimiento del PIB, significa mayor cantidad de bienes y servicios, mayor nivel de empleo y mayores ingresos.

Para darnos una idea de lo importante que es cada pequeño punto porcentual de crecimiento del PIB, si el crecimiento del 2019 se mantiene en 0.2% como lo prevé Banxico, tardaríamos más de 300 años en duplicar nuestro nivel de vida.

Comparemos nuestro pronóstico de crecimiento con China, cuya previsión de crecimiento para el 2019 es de 6.5%. Con su PIB creciendo a esa tasa, China le llevaría aproximadamente sólo 11 años duplicar el nivel de vida de sus habitantes.

De acuerdo con algunas estimaciones de los economistas cada décima perdida en el crecimiento del PIB significa dejar de crear aproximadamente 40 mil empleos.

Nuestra economía está entonces estancada y, aunque el próximo año veremos una leve mejoría (de lo cual hablaremos en una próxima entrega), es conveniente tomar acciones para que nuestras finanzas personales salgan lo mejor libradas.

En un entorno de estancamiento económico es bueno seguir las siguientes tres recomendaciones:

1. Cuidar nuestro empleo y buscar uno alterno. Cuando la economía se encuentra estancada o en recesión los trabajos se vuelven inestables y la posibilidad de quedarnos sin empleo aumenta, por lo que debemos cuidar el que tenemos y buscar un trabajo alterno (por ejemplo aprovechar nuestros conocimientos y habilidades para ofrecer bienes y servicios, como asesorías y cursos en temas que dominemos o brindando ayuda en jardinería, cuidado de adultos mayores, de mascotas, de niños, etc.). El trabajo alterno no sólo puede ser una manera de protegernos si nos quedamos sin empleo sino también como una fuente adicional de ingresos si lo conservamos.

2. Crear un colchón para emergencias. Debido a que en una desaceleración económica los ingresos se vuelven variables y existe riesgo de quedarnos sin trabajo, es conveniente tener un fondo de emergencia que nos permita cubrir los gastos básicos de, por lo menos, 3 a 6 meses. Podríamos aprovechar estas fechas de fin de año, y destinar -dependiendo de nuestras posibilidades- entre 15% a 30% de nuestro aguinaldo para crear nuestro colchón financiero.

3. Evitar el sobreendeudamiento. Debido a los dos puntos anteriores también es recomendable, en un periodo de estancamiento económico, evitar sobreendeudarnos. Y, aunque la capacidad de pago depende de muchos factores, como regla general deberíamos tratar que nuestro endeudamiento esté entre el 35% y el 40% de nuestros ingresos.

La economía del país se encuentra estancada, sin embargo lo que ocurra con la economía personal depende en parte de nosotros. Con estos tres sencillos consejos podemos proteger nuestras finanzas personales de cualquier eventualidad económica.

@Roman_CM
#TuEconomistaDeConfianza

Fuente: Coatza Digital

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