Yamiri Rodríguez Madrid
La semana pasada, la Secretaría de Turismo en Veracruz, presentó una nueva ruta turística para preservar la historia y cultura de los pueblos originarios, la cual arrancó con la carrera del Pescado de Moctezuma, de la playa a las pirámides, teniendo como punto de partida a Tecolutla.
Y es que uno de los pasajes más atesorados en nuestra historia es como los estafetas indígenas, diariamente le llevaban pescado al Emperador desde la costa veracruzana hasta la gran Tenochtitlan, 350 kilómetros de recorrido, pues le gustaba degustar sus platillos con pescado fresco, por lo que se haya tomado como fuente de inspiración es un acierto.
La ruta pasa por Cuetzalan Puebla; por Tlaxco, Tlaxcala y cerrará en la zona arqueológica de Teotihuacán.
Tiene razón Xóchitl Arbesú Lago al expresar que se trata de una ruta sin precedentes que nos debe recordar quiénes somos y de dónde venimos, permitiendo pasar el legado a las nuevas generaciones, no solo en nuestro estado Veracruz, sino también en Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y México, que son piezas claves en dicha ruta.
Pero además se anunció que a la par de la carrera del Pescado de Moctezuma, vendrá una serie de actividades turísticas como La Ruta de las Misiones y la Ruta de Aztlán, pues son lugares, pasajes, que a veces ni los propios veracruzanos conocemos, ni recordamos.
Ojalá que a la par se puedan destinar recursos y promocionar nuestra riqueza arqueológica, pues pese a la cantidad de sitios arqueológicos que hay en Veracruz, el número de visitantes es paupérrimo; a veces pasan días en que solo llegan dos o tres personas. Muchos otros, no han podido terminar de ser explorados porque el presupuesto que recibe el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no alcanza para eso, por lo que este es momento de sumar voluntades, hoy que la línea discursiva es el rescate de nuestra historia.
@YamiriRodriguez
Fuente: Coatza Digital