Redacción
– Después de una noche de continuas emisiones, el volcán Popocatépetl registró una explosión a las 11:35 horas de este lunes 27 de julio.
A las 11:35 se presentó una explosión con moderado contenido de ceniza, con altura de 1,600 metros con dirección noroeste. El semáforo de alerta se encuentra en #AmarilloFase2. Se exhorta a no acercarse al volcán”, escribió en Twitter la Coordinación Nacional de Protección Civil.
Tras el evento, el cráter ha seguido expulsando constantes emisiones de ceniza, vapor de agua y gas, con altura de 1,500 a 1,200 metros. Estas se dispersan hacia el Estado de México, y podrían llegar a zonas del oriente de la capital.
Ya desde primeras horas de la mañana, el volcán se había convertido en tendencia en Twitter. Ocurrió después de que Don Goyo, como se conoce cariñosamente al Popocatépetl en México, se despertara en medio de la noche y presentara una intensa actividad que no cesó hasta después del amanecer.
“Durante la noche se mantuvo la expulsión de fragmentos incandescentes a corta distancia del cráter sin incrementar la intensidad. Tiene emisión constante de vapor de agua, gas y ceniza, con una altura de 1,500 metros con dirección noroeste. Semáforo de alerta en Amarillo Fase 2″, informó el organismo de Protección Civil al amanecer.
En un clima de inestabilidad y tensión por la situación del COVID-19, y tras los graves daños causados por la tormenta tropical Hanna en el noreste de México, la agitación que presenta el Popocatépetl disparó aún más la preocupación de la población.
“Desde la mañana se observa una emisión constante de vapor de agua, gas y ceniza con dirección noroeste”, agregó en su reporte el CENAPRED.
A pesar de la impresión que causan las imágenes, y de la conversación que se generó en redes sociales, lo cierto es que el Semáforo de Alerta Volcánica continúa en Amarillo Fase Dos o “Incremento de Actividad”. En este nivel, los expertos consideran la posibilidad de que confluyan los siguientes escenarios:
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– Pluma de vapor de agua y gas.
– Ligera caída de ceniza en áreas cercanas.
– Caída de fragmentos incandescentes.
– Crecimiento y destrucción de domos de lava.
– Posibilidad de flujos piroclásticos por explosiones.
– Flujos de lodo o escombros de corto alcance.
Por ese motivo, desde el CENAPRED exhortaron a la población a “mantenerse fuera de cañadas, principalmente en época de lluvias”, y no acercarse al volcán, por el peligro que implica la caída de fragmentos balísticos.
Fuente: Infobae.
